Apunte de una casa abandonada en Guardo. Me senté en el banco de afuera de ‘La Cueva’ y mientras me tomaba una cerveza fresquita hice el dibujo. El dueño del local que tranquilamente leía un libro, perros y gatos fueron la agradable compañía. Se está realmente bien en ese sitio. Se me echó la hora encima y tuve que dejarlo sin terminar de dar color y lo acabé en casa.